PARTE II DE III
Como lo prometido es deuda, aquí les va....
La guerra sucia de los Fieles del Centro
y recuerden: "cualquier parecido con la realidad es sólo una coincidencia; coman frijoles y verduras, aliméntese sanamente"
Los fieles del centro, es decir, la cofradía del yunque o los herreros, habían sido descubiertos, porque al querer confundir a los siervos y a sus iguales con artimañas, fueron ellos mismos quienes pusieron en evidencia una guerra sucia. ¿Por qué?, pues porque en lugar de llevar a cabo la batalla cuerpo a cuerpo acudieron a emplear calderos con aceite sobre la fortaleza de los contrarios. Inventaron asimismo, batallas del futuro apoyadas por un reyezuelo del Sur que nada tenía que ver con la contienda, el cual se caracteriza por ser un cantarín de mal gusto y mucha labia, famoso por retar siempre, de manera cínica al Rey del país del Norte. Este es el "Espinito del Sur".
Los principales del Centro y los del más acá estaban enfrascados en disminuir las huestes de nuestro príncipe favorito, el Rey Gallo y lo único que han conseguido, es mostrar la guerra sucia del plebeyo, Hildebrand, ahora nombrado noble, no por sus méritos al frente de batallas, sino por robarse ni más ni menos que algunos blasones que le consiguió su familiar, el supuesto principillo azul, Felipillo I, este último favorito del Rey Vincent "el Babotas" y la consorte madre de los malhadados Brabiescones del Centro, malos constructores de la corte y malandrines conocidos.
La batalla entre el príncipe Gallo, quien confiado está de obtener el favor de los siervos, los alquimistas, algunos principales y otros de más acá, frente al Felipillo I (ser de manos sucias, uñas largas y mente corta) continúa, y no será hasta el próximo capítulo, que conozcamos el desenlace sobre la elección del reinado y el reconocimiento del consejo del rey.
moraleja con refrán: "Dime con quien andas, y te diré quien eres"
Como lo prometido es deuda, aquí les va....
La guerra sucia de los Fieles del Centro
y recuerden: "cualquier parecido con la realidad es sólo una coincidencia; coman frijoles y verduras, aliméntese sanamente"
Los fieles del centro, es decir, la cofradía del yunque o los herreros, habían sido descubiertos, porque al querer confundir a los siervos y a sus iguales con artimañas, fueron ellos mismos quienes pusieron en evidencia una guerra sucia. ¿Por qué?, pues porque en lugar de llevar a cabo la batalla cuerpo a cuerpo acudieron a emplear calderos con aceite sobre la fortaleza de los contrarios. Inventaron asimismo, batallas del futuro apoyadas por un reyezuelo del Sur que nada tenía que ver con la contienda, el cual se caracteriza por ser un cantarín de mal gusto y mucha labia, famoso por retar siempre, de manera cínica al Rey del país del Norte. Este es el "Espinito del Sur".
Los principales del Centro y los del más acá estaban enfrascados en disminuir las huestes de nuestro príncipe favorito, el Rey Gallo y lo único que han conseguido, es mostrar la guerra sucia del plebeyo, Hildebrand, ahora nombrado noble, no por sus méritos al frente de batallas, sino por robarse ni más ni menos que algunos blasones que le consiguió su familiar, el supuesto principillo azul, Felipillo I, este último favorito del Rey Vincent "el Babotas" y la consorte madre de los malhadados Brabiescones del Centro, malos constructores de la corte y malandrines conocidos.
La batalla entre el príncipe Gallo, quien confiado está de obtener el favor de los siervos, los alquimistas, algunos principales y otros de más acá, frente al Felipillo I (ser de manos sucias, uñas largas y mente corta) continúa, y no será hasta el próximo capítulo, que conozcamos el desenlace sobre la elección del reinado y el reconocimiento del consejo del rey.
moraleja con refrán: "Dime con quien andas, y te diré quien eres"
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